Thracian Heritage in Bulgaria
Los tracios han habitado las presentes tierras búlgaras hace miles de años. No fue hasta el siglo 20 cuando su cultura ancestral y misteriosa se reveló en su verdadera magnificencia. Los tesoros de oro tracios fascinan el mundo moderno y permiten a la gran civilización a ocupar el lugar que merece en la historia de la humanidad.
Los tesoros tracios encontrados hasta hoy proporcionan una evidencia muy valiosa sobre la vida política y religiosa de esta antigua civilización. Junto con otros objetos y artefactos, estos tesoros son los únicos auténticos monumentos de la cultura de los tracios. La gente creía hasta hace poco que los tracios no tenían ningún sistema de escritura, pero su herencia puede llegar a ser mucho más importante que lo que se suponía hasta ahora.
La cultura tracia combina el misticismo del orfismo, la vitalidad del vino y la inmortalidad del alma humana.
Los monumentos más ricos de la antigua civilización tracia se encuentran en el valle de Kazanlak, también conocido como el Valle de las Rosas. Situado entre Stara Planina (la cordillera de los Balcanes) y el Monte Sredna Gora, esta región llena de túmulos tracios recientemente ha sido nombrada “el Valle de los Reyes Tracios”.
Aquí tendrá usted la oportunidad de ver sitios de patrimonio de importancia mundial, como la tumba tracia de Kazanlak, incluida en La Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, el templo de Seuthes III (Golyamata Kosmatka), los templos en los montículos Ostrusha y Svetitsa en Shushnamets y otros que datan de los siglos 5 y 4 antes de Cristo.
En el verano del año 2000, cerca del pueblo Starosel los arqueólogos hicieron un descubrimiento fenomenal: un enorme templo tracio que desde entonces ha atraído a miles de visitantes. Contiene la tumba de lo que se cree que es un soberano tracio que data del 4 o 5 siglo antes de Cristo. A la tumba, que consiste de dos cámaras, se llega por una escalera monumental y un pasillo. Está rodeada por un muro de unos 4 000 bloques de piedra. La misma estaba ocultada bajo un montículo de tierra – 20 metros en profundidad. Por dentro, los arqueólogos encontraron un tesoro magnífico, que incluye una gran corona funeraria de oro, adornos de oro, escudos de bronce, cascos y espadas, y dos juegos de atavíos de plata. La tumba y sus alrededores también se cree que han sido un importante sitio religioso para los tracios.
Algunas tumbas abovedadas de los tracios también han sido encontradas en el Monte Strandzha. Numerosos santuarios tracios se encuentran dispersos por todo el país búlgaro. El más impresionante es Perperikon – un templo gigante de Dionisio.
Los tracios eran avanzados en la metalurgia y en la equitación. Se han entremezclado con los griegos y les dieron los cultos dionisíacos y órficos, que más tarde llegaron a ser tan importantes en la literatura griega clásica.